Mascarilla hidratante o mascarilla exfoliante, ¿cuál escojo?

¿Utilizas una mascarilla hidratante o exfoliante de forma semanal en tu rutina?

En el mundo cosmético podemos encontrar infinidad de mascarillas faciales para todo tipo de piel y tratamientos. Sabemos que a veces puede resultar difícil escoger la adecuada para ti, por eso, en Marcel Cluny hemos hecho este post analizando en profundidad dos de nuestras mascarillas más icónicas.

Si quieres averiguar la composición, los beneficios y cómo utilizarlas para conseguir una acción más eficaz, ¡no te puedes perder lo que te contamos a continuación!

¿Qué diferencia la mascarilla hidratante de la exfoliante?

Aunque ambos productos tienen una textura y aplicación similar, sus formulaciones son muy distintas y, por eso, cada una está indicada para tratar la piel de forma distinta.

En primer lugar, la mascarilla hidratante contiene vitamina C, ácido hialurónico, aceite de almendras dulces y agua de Hamamelis en su formulación. Estos activos, consiguen hidratar desde las capas más profundas de la piel sin obstruir los poros, además de prevenir el envejecimiento celular de la piel.

Además, posee acción antiséptica y antiinflamatoria que calma la piel en profundidad, ¡incluso las pieles irritadas y sensibles!

Es una apuesta segura para los meses de verano, aplicándola de forma uniforme sobre la piel durante 15 minutos 2 o 3 veces a la semana, conseguirás mantener a raya los efectos de la radiación solar hidratando y calmando la piel en profundidad.

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La mascarilla exfoliante, por otro lado, consigue efectuar una limpieza en profundidad eliminando los restos de células inservibles que se acumulan en la superficie de la piel. Específicamente formulada para pieles grasas, mixtas o con imperfecciones, se aplica igual que la mascarilla hidratante.

Entre sus activos encontramos bromelaina, que elimina sustancias tóxicas y grasas reparando y cicatrizando tejidos.

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¡3 consejos para conseguir una acción más eficaz!

Lo principal a la hora de aplicar cualquier tipo de mascarilla en el rostro, es realizar una limpieza facial en profundidad previa. Utilizando un limpiador específico para nuestro tipo de piel, conseguiremos eliminar cualquier rastro de maquillaje e impurezas que se acumulan en el cutis durante el día.

En segundo lugar, aplicar una buena crema hidratante después de retirar la mascarilla. Las cremas faciales sellan la piel asegurando que los activos que hemos aplicado previamente penetren correctamente y evitando la evaporación de agua que causa la deshidratación.

Por último, recuerda aplicar cada mañana protección solar y reaplicar cada dos horas, sobre todo si vas a tomar el sol. Aunque es un paso imprescindible durante todo el año, en verano debemos ser mucho más constantes. La radiación solar es la principal causa del envejecimiento prematuro del rostro y de aparición de manchas, por eso, es el cosmético antiedad más efectivo, porque consigue prevenir el envejecimiento y retrasar la aparición de arrugas y líneas de expresión.

Ahora que ya sabes todos los secretos para escoger la mascarilla ideal para ti, ¿con cuál te quedas?