Calor y frío: ¿Cómo es tu tipo de piel?

¿Sabrías decir si tienes la piel cálida o fría? Más allá del tono natural que presentes, esta distinción es clave. Te ayudará a elegir los colores más idóneos, lo que hará que te sea más fácil elegir la ropa, el maquillaje y el tinte de cabello que más te favorecen. Así, tendrás la seguridad de estar sacando el máximo partido a tu imagen en todo momento.

Pieles cálidas y frías: qué son y cuáles son las diferencias

Si nunca has oído hablar de la piel cálida o fría, es el momento de que conozcas en qué consiste cada una de ellas. De este modo, serás capaz de advertir sus diferencias y, lo más importante, identificarás cuál es la tuya para saber qué es lo que te favorece.

Para empezar, la denominada piel cálida presenta una tonalidad un tanto amarillenta que, tal vez, llegue a asemejarse al anaranjado o al beige. Le sientan muy bien los tonos neutros, los cafés y los amarillos.

Por el contrario, la piel fría luce más bien rosada y pálida. Seguro que conoces a alguien con estas tonalidades o cuya piel es tan blanca como la porcelana. Combina muy bien con morados, azules y rojos.

Asimismo, a estos tipos de piel se suma un tercero, el neutro. Si es el tuyo, estás de suerte porque disfrutarás de más ventajas para cuidar tu imagen.

¿Cómo conocer el tono de la piel?

Aunque ahora dispones de unas pistas para saber si la tuya es una piel cálida o fría, existen métodos con los que saldrás de dudas. Se trata de pruebas muy sencillas. Toma nota de algunas de ellas:

• El color de tus venas. Fíjate en las que aparecen visibles en tus antebrazos. ¿De qué color son? Si has respondido azul, tu piel es fría. Pero, si te parecen más bien verdosas, entonces estás ante una piel cálida.
  
  
• El contraste con pañuelos. Comienza por colocar bajo tu tez uno de color rosa y, a continuación, otro anaranjado. ¿Cuál te favorece más? Si crees que el naranja, tienes la piel cálida; mientras que, si te decantas por el rosa, es fría. Esta prueba de piel cálida o fría es muy eficaz. Si no dispones de pañuelos, puedes sustituirlos por camisetas o por cartulinas.
  
  
• ¿Joyas de oro o plata? Otro modo de conocer el tipo de piel es recurriendo a piezas de joyería o bisutería de apariencia dorada o plateada. Las primeras favorecerán especialmente a quienes tengan piel cálida. A los de piel fría les irá mejor las de acabado en plata. ¿Sabes ya si tienes piel cálida o fría?

¿Cómo puedo cuidar mi tipo de piel?

Como añadido, independientemente de cuál sea el resultado de estos experimentos o de los colores para piel fría o cálida que te favorezcan, no olvides cuidarla. Por ejemplo, puedes decantarte por productos para combatir la deshidratación y el envejecimiento. La lista incluiría crema de colágeno marino, serum reparador ultraredensificante con péptidos, extracto de perla, etc.

Así mismo, si durante todo el año quieres tener una piel de diez, hay una serie de factores que te aconsejamos incluyas en tu rutina diaria, entre ellos destacamos:

• Hidratación diaria a primera hora del día y de la noche, con una crema adaptada a tu tipo de piel
• Evitar lavar en exceso las manos, completa su cuidado con productos como nuestra crema especial
• No utilizar productos agresivos, que puedan dañar tu tipo de piel, nuestro gel de baño es ideal para ayudarte en este proceso
• Evita las duchas con agua muy fría o caliente
• Protege tu tez de los rayos ultravioleta con el uso de una crema solar facial diaria
• Trata de huir de los cambios bruscos de temperatura
• Cuida tu alimentación
• Evita el consumo de sustancias que pueden dañar tu piel, como son el tabaco o el alcohol

Ahora que ya sabes distinguir entre la piel cálida o fría, comprueba de qué tipo es la tuya. Descubre qué colores son los que hacen que te veas mejor y llena tu vestidor con prendas de esas tonalidades.